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▷ Cereales | Cuáles y Dónde se Consumen, e Influencia

La importancia de los Cereales para el desarrollo de la humanidad es inconmensurable. Aquel ser humano que decidió hace más de 10.000 años, en Oriente Medio, sembrar unas gramíneas silvestres, modificó para siempre nuestro modus vivendi. Es el primer instante que marca todo lo que somos actualmente.

Hasta esa fecha el Homo sapiens era nómada, lo que obligaba a asentamientos caducos y déficits alimentarios severos. La impronta de la domesticación de estas gramíneas: trigo, farro o cebada, es incluso más importante que la que supuso en su momento el descubrimiento del fuego o la rueda.

 

Cereales Trigo

 

Mucho ha llovido desde entonces. Estas gramíneas siguen siendo la base principal de la alimentación en buena parte del mundo. Estos han sido históricamente modificados a través de hibridaciones, selección y, en la actualidad, mediante manipulación genética. El trigo, maíz o cebada actual distan mucho del que consumían los primeros hombres. ¿Serán iguales de buenos nutricionalmente? Vamos a verlo.

¿Qué son los cereales?

Son el fruto desecado de algunas plantas pertenecientes a la familia de las gramíneas, que a menudo crecen formando espigas. Están compuestos principalmente por hidratos de carbono complejos, que pueden virar a hidratos simples cuando estos granos son ultraprocesados. No contienen mucha grasa, y suelen ser ricos en fibra, favoreciendo nuestra salud gastrointestinal.

No debemos confundir el cereal cosechado directamente de la planta, con el producto manufacturado y ultraprocesado que se vende habitualmente en los supermercados, al que se le añaden azúcares y otros compuestos con el fin de enriquecerlos y hacerlos más palatables.

Tipos de Cereales.

Trigo.

El trigo representa más del 50% de los cereales cultivados en Europa, siendo este de extrema importancia en el continente, donde se producen anualmente 115,5 millones de toneladas, de los cuales se llega a exportar hasta el 30%.

 

Trigo

 

Cebada.

Imprescindible en la fermentación de bebidas alcohólicas, y del que tenemos conocimiento de su domesticación hace 4.000 años. Los mayores productores del mundo es Reino Unido, al que le siguen Rusia, Australia y Canadá.

Maíz.

El continente americano es el epicentro de la producción de maíz, que es, por otra parte, el cereal más cultivado del mundo, con una producción estimada en 850 millones de toneladas. EE.UU, China, Argentina, Brasil y México son los mayores productores.

 

Maíz o Millo

 

Avena.

Los antiguos romanos llamaban a los pueblos germanos «bárbaros comedores de avena». Históricamente se usó como forraje para los cabellos, y se le consideró una mala hierba hasta bien entrada la Edad de Bronce.

Quinoa.

La quinoa es una planta andina originaria del lago Titicaca, en Perú y Bolivia. Era de consumo frecuente por los pueblos prehispánicos, pero pronto sería sustituida por el trigo con la llegada de los españoles.

 

Quinoa

 

Centeno.

Curiosamente, el centeno, siempre ligado a los cultivos de trigo y cebada, crecía como una mala hierba en Europa. No fue hasta la Edad de Hierro cuando empezó cobrar importancia en los Alpes Orientales y la zona del Mar Negro.

Amaranto.

También conocida como xtes por los mayas, que lo consideraban un excelente alimento. Otro de los alimentos relegados al ostracismo durante la conquista y que en la actualidad goza de gran popularidad, debido a su cualidades nutricionales.

¿Quieres saber de alguna más en profundidad? Echa un vistazo a estos posts.

Estas gramíneas constituyeron durante mucho tiempo la base de la pirámide nutricional. Pese a que esta pirámide haya caído en desuso, aún siguen teniendo un lugar privilegiado en la dieta humana. Vamos a profundizar más en los diferentes tipos, para saber qué puede aportarnos cada uno.

 

 

¿Cuáles son todos los Cereales hay y cuáles son los más usados?

Para hacer una idea sobre la importancia de este cultivo es preciso conocer algunas cifras. En el mundo, en el año 2020/2021, se consumieron 2.227,5 millones de toneladas de este alimento. Una cantidad, que lejos de decrecer, aumenta significativamente cada año.

Las poáceas o gramíneas, familia a la que pertenecen los cereales, cuenta con 820 géneros y más de 12.000 especies, sin embargo, podemos hablar de una veintena de especies (incluyendo pseudocereales) de consumo frecuente.

Algunas de las especies más consumidas también son:

Mijo, Trigo sarraceno, Espelta, Arroz.

¿Cuáles son los más sanos?

Aquí se formula la gran pregunta. Los hidratos de carbono llevan tiempo bajo sospecha, y las dietas que tratan de restringirlos e incluso prácticamente eliminarlos, campen a sus anchas. Venimos de un error de formulación, que nos ha hecho pasar de un extremo a otro. Históricamente se venían incorporando en la dieta un volumen exagerado de hidratos de carbono, condición que se daba por su bajo coste. Conforme hemos ido teniendo sociedad más ricas y prósperas, hemos ido desplazando parte de estos hidratos en pro de las proteínas.

Debemos señalar algo fundamental, y es que los hidratos de carbono son del todo imprescindibles den una dieta equilibrada. El cereal, tomándolo en la proporción adecuada, son una excelente fuente de energía y fibra.

Elegiremos preferiblemente un cereal que no han sido manufacturados, es decir, aquellos que se venden en bruto, y que no tienen ningún añadido. La avena es un alimento particularmente beneficioso para nuestra salud, fuente de hidratos complejos que no producirán un pico insulínico en sangre, ayudándonos a mantener a raya el colesterol.

 

Cereales, Trigo Sarraceno

 

¿Cuáles son los cereales integrales? ¿Son más sanos? ¿Por qué?

El cereal integral es una forma menos procesada de cereal. Mantienen el germen y el salvado, lo que les confiere otros nutrientes esenciales como los oligosacáridos, lignanos, taninos o flavonoides, entre otros. La presencia de fibras insolubles también ayuda a una normalización de las deposiciones. Aun a riesgo de sonar tendencioso, podemos afirmar, que en la inmensa mayoría de los casos, el cereal integral es una mejor opción que sus homólogos, a los que se les ha desprovisto del germen y el salvado.

Conclusiones.

Si bien ya no podemos afirmar que el cereal deba vertebrar nuestra dieta, siguen siendo fundamentales para el desarrollo de la humanidad. Incluirlos en su justa proporción, que puede pasar por añadir 50 gr al desayuno, es una idea fantástica para cuidar de nuestra salud cardiovascular y sobre todo de nuestro colon.

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